Hoy voy a contarles una historia que me pasó hace mucho tiempo, pero primero me presento: soy Marina y tengo treinta años. El hecho ocurrió cuando tenía solo trece. Yo soñaba con ser observadora de astros, para ver qué pasaba fuera del mundo… en fin, quería ser astrónoma. Además mis vastos conocimientos sobre el Universo me lo permitirían. Sabía todo acerca del espacio, las estrellas, los planetas, desde el más chico al más grande. En el colegio era mala alumna en casi todas las áreas excepto en Astronomía. Sacaba diez siempre. Pero un día de lluvia, oí el timbre y bajé a ver quién era. Vi en la tele el título de una noticia “se podría vivir en la Luna” y además, vi a un científico calvo y desgarbado afirmando semejante patraña –El vulgo cree cualquier cosa en estos días- pensé y fui a ver quién tocaba la puerta. Cuando la abrí, no vi a nadie, solo, a unos metros de distancia, divisé una caja roja. Salí y tomé la caja. Estaba muy pesada, tanto que tuve que arrastrarla hasta casa. Cuando regresé, el noticiero mostraba a una mujer atribuyéndose el descubrimiento de una quimera. –Qué cosa más extraña- dije, esta vez en voz alta. Era un libro de Geología. Nada más aburrido que un geólogo. Observar y estudiar la tierra me parecía una pavada. Era raro que a mí me llegara un libro y más lo era aún que fuese de Geología. Lo arrojé al jardín sin darle importancia. Descubrí que había cuatro libros más. Al igual que el primero los otros terminaron en el jardín arruinados por la lluvia. Al cabo de una larga hora de aburrimiento, llegó mi padre entusiasmado preguntando por unos libros. En ese momento recordé que los cinco tomos de Geología Avanzada eran para él. Tuve un entredicho con él y subí a mi cuarto enojada. Como estaba desvelada prendí la televisión. Había un documental que trataba del delfín, la ballena y el narval. En fin, hablaba de cetáceos. Estos grandes mamíferos me sorprendían. Me daba vueltas por la cabeza la idea de la Luna que había visto en aquel alocado noticiero. Al otro día cuando desayunábamos mi padre me preguntó – Ordenarás los libros de nuevo, verdad¿- .Yo no contesté. –Lo que pasa Marina es que vivís en la luna ¡!!!!! – dijo él, furioso. Pareció haberme leído la mente-En verdad, me encantaría-pensé.
Este texto lo escribió Martina Olivera de sexto grado a partir de la siguiente consigna: Escribir un texto que contenga las palabras trabajadas en la Carpeta de vocabulario a partir del texto "20.000 leguas de viaje submarino" de Julio Verne.
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